Las envasadoras de productos alimenticios pueden ser de varios tipos, siempre en el campo de las volumétricas tanto por cilindro y pistón como por caudalímetros (contadores de flujo).

 

En el primer caso la solución es más sencilla y con una tolerancia en la dosificación de aproximadamente el 0,5%. En el segundo, hablamos de una solución más precisa con una tolerancia de 0,2%, y con un alto grado de limpieza, sencillez de uso y sobre todo de mantenimiento.

Dependiendo de las producciones requeridas podemos optar por una solución lineal o una rotativa, esta última para producciones más elevadas reduciendo así los tiempos muertos de espera de las lineales. Todo dependiendo del tipo de producto a envasar y de los formatos de los envases, el tipo, la capacidad y el volumen de llenado.

En general, en las envasadoras rotativas se elige siempre una solución de tipo monobloc de llenado-tapado. Es decir, acoplando en la misma estructura el cabezal de tapado dependiendo del tipo de tapones utilizados y con alimentación automática de los mismos.

 

Con estas máquinas podemos envasar productos lácteos (leche fresca o pasteurizada, batidos, yogures, etc.), zumos, aceites, vinagres, salsas, miel, mermeladas y confituras, caldos y cualquier tipo de producto líquido y semisólido.

También existe la posibilidad de optar por soluciones semiautomáticas en el caso de producciones artesanales.